Fontana delle Tartarughe

La Fontana delle Tartarughe fue construida entre 1581 y 1588 por encargo expreso del noble Muzio Mattei, dentro de su plaza. Giacomo della Porta diseñó la fuente, que originalmente se consideraba a tener ocho delfines, pero que no se utilizaron porque la presión del agua era demasiado baja. Las tortugas, que dieron el nombre a la fuente, no se añadieron hasta la restauración un siglo después, encargada por el Papa Alejandro VII.

La fuente está equipada con un sistema de tratamiento de agua para evitar los depósitos de cal. En 1979 una de las tortugas fue robada. Posteriormente, todas ellas fueron reemplazadas por copias.

Una leyenda cuenta que el duque Mattei hizo construir la fuente en un solo día para impresionar a su futuro suegro. Al día siguiente invitó a su prometida y al padre de ella al palacio y les dejó admirar la fuente desde una ventana. Después el duque hizo cubrir la ventana con ladrillos para que nadie más pudiera disfrutar de la vista.