Terme di Caracalla

Las Termas de Caracalla, junto con los Baños de Diocleciano y los Baños de Trajano, están entre los baños termales más grandes de la ciudad y podían alojar a más de 1600 huéspedes. Son las termas mejor conservadas de la ciudad.

El emperador Caracalla las abrió en el año 216 después de Cristo. Los baños termales fueron construidos en sólo cuatro años. El propósito de estos fue muchísimo más que un simple establecimiento de baños. La entrada era libre y abierta a todos, incluyendo a los esclavos. Había una biblioteca con escritos romanos y griegos, gimnasia y salas de fitness en las que se practicaban varios deportes como el boxeo y la esgrima. Se ofrecían numerosos servicios de masajistas, peluqueros e instructores de gimnasia. También había salas para discusiones y exedras para oradores y filósofos. Magníficos techos, pórticos, elaborados paneles de mármol, mosaicos y impresionantes esculturas adornaban los baños. En total, el complejo tenía al menos 252 columnas y más de 120 estatuas.

Las aproximadamente 50 estufas de leña, que quemaban unas 10 toneladas de leña diariamente, suministraban la calefacción de las paredes y el suelo, así como el agua caliente y los baños de sudor.

Un baño romano por lo general comenzaba en el baño de sudor, luego pasaba al caldarium a 40-50 °C, seguido del tepidarium a 30-40 °C y finalmente el baño se terminaba con el agua fría del frigidarium.