Piazza Garibaldi: una joya escondida en el corazón de Roma 1
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Piazza Garibaldi

En medio del ajetreo y el bullicio de Roma, la Piazza Garibaldi ofrece un remanso de paz tanto a los visitantes como a los lugareños. Con su impresionante y pintoresco paisaje, esta plaza es un destino de visita obligada para cualquiera que busque relajarse y empaparse de la belleza de la Ciudad Eterna.

La plaza se alza en el punto más alto del Gianicolo (Janículo) y ofrece una de las mejores vistas de la ciudad.

El monumento ecuestre a Garibaldi fue construido en 1895 por Emillio Gallori. Las estatuas de bronce del pedestal muestran escenas de batallas contra los franceses que atacaron Roma en 1849.

La orientación de la estatua fue cambiando con el tiempo. Inicialmente, Garibaldi miraba en dirección al Vaticano. Como si su atenta mirada recordara a los papas que debían permanecer en el Vaticano. Tras la firma de los Tratados de Letrán, la estatua se giró y ahora mira hacia la ciudad de Roma. Parece que el Vaticano ya no es digno de una mirada, y por eso la retaguardia del caballo mira ahora hacia la Basílica de San Pedro.

Todos los días, a las 12:00 del mediodía, 3 soldados disparan un cañonazo, que indica el mediodía a los romanos. Esto se remonta a una antigua tradición papal. Se remonta a la época de Pío IX, más concretamente al 1 de diciembre de 1847, cuando se introdujo el disparo del cañón desde el Castillo de Sant’Angelo para “eliminar el desorden causado no pocas veces por el diferente funcionamiento de tantos relojes en la capital” (como se afirma en el “Diario Romano” del 30 de noviembre de 1847). Con el disparo comenzó el toque de las campanas de las iglesias romanas. Desde el 1 de agosto de 1903, el cañón se disparó desde Monte Mario, y el 24 de enero de 1904, a las 12 del mediodía, se disparó el primer cañonazo desde el Gianicolo (Janículo).

Piazza Garibaldi

Piazza Garibaldi (Roma)